Barcelona no tenía excusas y debía recuperar la senda de la victoria en la visita de El Nacional, colista del torneo. Y acabó cumpliendo, aunque solo pudo abrir el marcador de penalti, después de haber sido incapaz de resolver las ocasiones de las que gozó durante 70 minutos.
Tan necesitados como los toreros están los militares, que empezaron presionando, cerrando las vías de distribución al rival y sin perder de vista la portería contraria. La apuesta duró lo que tardó el Ídolo en llegar dos veces.
El Nacional se replegó y, pasados 15 minutos, el partido era un paseo de los locales, a los que solo les faltaba concreción en los metros finales. El cuadro de Costas se hizo con el control del esférico y se le aclararon las ideas a Damián Díaz, quien habilitó con dos grandes pases a Ariel Nahuelpán primero y a José Ayoví después. Ninguno resolvió bien.
Cada pelota que llegaba a las botas del centrocampista argentino en la zona de tres cuartos hacía sonar las alarmas en territorio ajeno. Sin poder encadenar tres pases seguidos, las opciones de puntuar de los militares pasaban por encomendarse a la mala puntería rival.
En el minuto 24 fue Arroyo quien puso un buen centro para que Nahuelpán se disfrazara del sueco Zlatan Ibrahimovic, disparando al larguero con un remate acrobático, un movimiento propio de las artes marciales. Minutos después, el 'Loco' remató alto con la cabeza otro buen pase de Arroyo.
El Nacional hacía aguas en todos los frentes defensivos, dejando resquicios que el Barcelona no consiguió aprovechar en toda la primera parte. Arroyo, Díaz y Ayoví lo intentaron con disparos lejanos, los dos primeros desviados; el del extremo, un cañonazo que hizo temblar la madera.
DOS PENALTIS. Carlos Sevilla quiso alterar el panorama con un doble cambio tras el descanso. Entraron Villalba y Govea para ofrecer nuevas salidas ofensivas a El Nacional. El lavado de cara se hizo patente en los primeros minutos, en los que los visitantes volvieron a crear algo de peligro.
Lastrada por constantes imprecisiones la salida de balón del Ídolo, solo asustaba en jugadas aisladas, como alguna falta lateral, una buena galopada de Velasco o un disparo lejano de Nahuelpán, que puso a prueba los reflejos de Bone.
Poco a poco el choque retomó el tono de la primera parte. Con menos toque y más verticalidad, las ocasiones volvían a ser del Barcelona. Y así se llegó al minuto 68, cuando el colegiado señaló un dudoso penalti de Elvis Bone sobre Nahuelpán, caído cuando este intentaba controlar de espaldas a la portería. El argentino engañó a continuación al hermano del defensa para anotar desde los 11 metros.
El Barcelona pareció conformarse con el 1-0 y su rival lo aprovechó para apretar. En el minuto 79, poco después de que Pita obligara a esmerarse a Banguera, Oyola derribó a Govea y el árbitro señaló un nuevo penal. Lo que se antojaba como un premio excesivo para la escasa ambición ofensiva de El Nacional se convirtió en botas de Samaniego en un regalo para Banguera: un disparo flojo y centrado que el meta detuvo sin dificultades.
Con el reloj en plena cuenta atrás, siguieron empujando los militares, pero ya no hubo más historia en un choque que deja al Barcelona séptimo, con 14 puntos, y a El Nacional hundido en el fondo con seis.
Fuente: Expreso
