lunes, diciembre 03, 2012

Narciso Mina anotó doblete ante Olmedo y cumplió: llegó a los 30 goles

El festejo por la consecución del título fue completo para Barcelona. Los canarios cerraron su temporada con un 3-1 ante el descendido Olmedo de Riobamba, en el Monumental.

Narciso Mina cumplió con su objetivo de lograr 30 anotaciones. Ayer hizo dos (67 y 75 minutos) y la cuenta la cerró José Amaya (82m). Mientras que Andrés Vinueza logró el descuento para la visita (78m).

Los dirigidos por Gustavo Costas jugaron distendidos ante un Olmedo que se mostró fuerte en defensa y fue rápido en el contragolpe.

En apenas 20 segundos, los amarillos dieron el primer susto en el área rival. Brayan de la Torre en una veloz salida, desde la banda derecha puso un pase para Narciso Mina, que ante el portero Geovanny Camacho, remató por encima del horizontal. Olmedo respondió a los ataques amarillos, sin embargo, le faltó contundencia.

Pese a que Barcelona dominó el compromiso, tuvo dificultades para abrir el marcador.

En la segunda etapa, el ingreso de José Ayoví le dio dinámica al juego de los canarios.

A los 64 minutos, Jacob Murillo derribó en el área a Ayoví, lo que el árbitro sancionó con un tiro penal.

Al cobro fue Mina y concretó el 1-0 (67m) para los toreros.

La algarabía de los hinchas canarios provocó que su equipo levantara el nivel de juego, lo que sirvió para ampliar el marcador. Nuevamente Ayoví fue el gestor de la jugada de gol.

El atacante, desde la banda derecha, centró para Mina, que al ingresar al área remató y puso el 2-0 (75m). 

El descuento de los riobambeños se dio a los 78 minutos gracias a Jacob Murillo.

El tanteador quedó sentenciado luego de que José Amaya, que había ingresado a la variante, aprovechara un pase de Michael Arroyo y con un potente zapatazo dejó sin reacción al guardameta Camacho, con el que selló el 3-1 (82m).

Es por eso por lo que hasta Costas se puso tenso durante esos minutos de sequía. Dejó su acolchonado asiento de la banca y saltó al borde para comenzar a impartir indicaciones, pero su más acertada decisión fue incluir a José Ayoví por Miguel Ibarra. El espigado atacante provocó el penal: la oportunidad de que Mina aumente a 29 su marca. Se posicionó en el punto penal y ejecutó sin fallar. La celebración también fue su idea: llamó a sus compañeros, se sentaron al borde de la cancha y todos, desde el golero Máximo Banguera, se sacaron los botines y los levantaron, en alusión a los zapatos robados el pasado miércoles en el saqueo de los hinchas en el estadio. En el siguiente tanto, el 30 de Mina, también hubo alegría conjunta entre los once estelares.

La última anotación, de José Amaya, fue dedicada a Dios; el colombiano repitió el ritual de rodillas y con los brazos alzados cuando se pitó el final.