Descendió a la segunda división del fútbol argentino el equipo de futbol River Plate, una de las dos más populares y señeras instituciones, en este deporte, de la Republica Argentina.
El triste acontecimiento ha llenado de tristeza a decenas de miles de aficionados que seguían a la enseña roja y blanca, provocando en Buenos Aires una violenta reacción con la secuela de un fallecido, decenas de heridos, vitrinas rotas, carros incendiados.

Vendieron infinidad de jugadores. Tenían cerca de mil empleados, y, se negaban a rendir cuentas de sus manejos fraudulentos. En las últimas elecciones perdieron el control y les gano el exfutbolista de ese equipo y las selecciones argentinas Daniel Passarella. Su campaña se baso en transparentar las finanzas del club mediante una auditoria para revelar todos los malos manejos económicos de la anterior dirigencia.

El espejo de River, es un alerta para los flamantes dirigentes del Barcelona de nuestra ciudad. Necesitamos un baño de verdad sobre las finanzas del club amarillo. La auditoria sobre lo ocurrido en estos últimos años es la más importante tarea que deben acometer. Para su propio bien, sin contemplaciones ni amiguismos tienen que establecer las responsabilidades del desastre y los nombres de los culpables.
Escrito por: Franklin Verduga
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