Todos coinciden con que Barcelona no estaba muerto, estaba en estado de latencia, en hibernación, era un gigante, un león dormido que ahora parece que ha despertado y lo hizo no sólo para dar guerra en el campeonato sino también para dar claras y contundentes demostraciones de futbol como la vivida ante el equipo capitalino de El Nacional.
El despertar de Barcelona es tan notorio que incluso su afición, dolida y resentida por los muchos años de vergüenzas deportivas padecidas gracias a toda esa tira de dirigencias irresponsables e ineptas que lo llevaron al borde de la desaparición, parece haber dejado todo el pasado atrás, ha hecho borrón y cuenta nueva y ahora ha vuelto con nuevos bríos e ilusión al estadio pero esta vez no a insultar jugadores, ahora la afición va a arengar, a aplaudir, a ver espectáculo y Barcelona le es recíproco ganando con estadio lleno, como en sus mejores tiempos.
Barcelona hacía mucho que no ganaba un partido de vital importancia con estadio lleno, la última gran asistencia que recuerdo fue el año pasado para el partido de definición contra deportivo que coincidentemente terminó también 3x1 pero que no les dió el pase a copa libertadores tan ansiado por nuestro equipo.
Es un espectáculo sobrecogedor ver a la gente aplaudir y gritar cuando Barcelona salta a la cancha, muchos grupos de amigos se organizan y llevan papel picado, extintores, vuvucelas y arman en las gradas una fiesta, todo para recibir a Barcelona y hacerlo sentir el equipo más querido del Ecuador, esta si es una verdad contundente, no como en algún momento algún dirigente de la vereda del frente hizo creer que un equipo con menos hinchada que Barcelona podría ser más querido que el único Ídolo del Ecuador.
Mención aparte para las 2 barras de nuestro equipo, tanto la Zona Norte como la Sur Oscura dejaron la vida y la garganta en las gradas, cantando todo el partido y convirtiendo las generales en verdaderas fiestas de murga donde los cánticos y los saltos eran la sazón que condimentaba esta gran faena futbolística.
Barcelona cortó orejas y rabo, el equipo torero como en sus viejos tiempos dió una lección de fútbol que hace mucho no se veía en el coloso del salado, ya no es sólo un partido de "coincidencia", ya es una serie de encuentros que Barcelona muestra un nivel que hace soñar al aficionado y deja entrever que el discurso de Zubeldía ha calado hondo en los jugadores quienes ahora tienen rendimientos colectivos cercanos a la perfección para delirio y deleite de los amarillos, ¡en hora buena!.
Los titulares en los periódicos ahora llenan de orgullo a todos los barcelonistas quienes con gusto compran los diarios para leer casi siempre elogios y buena crítica hacia el funcionamiento y los jugadores de Barcelona. No es para menos, de a poco, con humildad y en silencio los jugadores han dejado ver su verdadera capacidad y valía. Nada es producto de la casualidad, tampoco la dirigencia deportiva es para gente improvisada ni para pseudo bravucones que creen que todo se soluciona con insultos y gritos, ahora el ambiente a la interna es de lo mejor, el trato entre dirigencia y jugadores es el adecuado, cordial y respetuoso, la formalidad de la dirigencia para con los jugadores se refleja en su reciprocidad en la cancha donde se rajan no solo para devengar su sueldo sino que ahora hacen bien y se entregan 100% al deporte que es su pasión y le rinden 110% al equipo que confió en ellos.
El partido ante El Nacional ofrecía una gran prueba para Barcelona, sin 2 de sus figuras renombradas y queridas como lo son Matías Oyola y Damián Díaz, además de las suspensiones de Armando Wila, la lesión de Roosevelt Oyola, el litigio por dopping que tiene Nazareno, la suspensión del profesor Luis Zubeldía y el asistente técnico Maximiliano Cuveras, el partido pintaba difícil. Barcelona demostró que no es Diaz-dependiente y que para la marca y el apoyo en el medio sector tampoco es Oyola-Dependiente; sus reemplazos dijeron "presente" y rindieron más de lo que muchos creían que lo harían. ¡Prueba superada!
Mientras en la cancha Barcelona lograba remontar un partido que estuvo en su contra luego de un zapataso del jugador "militar" Preciado, en las gradas el júbilo no sólo era de los hinchas quienes gritaban los goles (algunos incluso con lágrimas en los ojos), también los jugadores suspendidos que asistieron a la Suite Presidencial del Monumental celebraron los goles de Barcelona como hinchas, en euforia inconenible y un sentimiento que hace pensar a los amarillos que ahora no sólo tenemos jugadores profesionales a carta cabal defiendo los colores de Barcelona, sino también tenemos jugadores-hinchas, justo lo que siempre habíamos deseado, todo marcha justo como muchos habían soñado alguna vez que deben ser las cosas.
Las cosas marchan por buen camino, es indudable, pero recordemos que este es un proceso, que se están viendo muchos cambios a mediano plazo es muy cierto también, ya estamos en pelea por el primer objetivo que se planteó al inicio de la segunda etapa del campeonato, con la excelente campaña nos metemos en la pelea no sólo por buscar clasificar a copa Libertadores como 3ros o 4tos, ahora ya nos damos cuenta que las posibildades de ganar la etapa están ahí presentes, sólo con el apoyo de todos lo lograremos.
El fútbol es como una mesa de 4 patas, la primera "pata" es una dirigencia sólida, la segunda "pata" es un plantel comprometido y trabajador que se entregue a la causa y busque la gloria, la tercera "pata" es un cuerpo técnico que tenga la capacidad para guiar ese plantel comprometido hacia planos estelares y por último la cuarta "pata" es una afición que apoye incondicionalmente al equipo, hoy por hoy, las 4 patas de la "mesa" están sosteniendo la buena campaña de Barcelona.
¡Sigamos así!
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