El Barcelona Sporting Club, Ídolo del Ecuador, se enfrento a su eterno rival, los eléctricos del Emelec por la fecha 18 de la segunda vuelta del torneo local. El equipo torero se alzo con la victoria con un marcador de 2x0, con goles de Vinicio Angulo y Damián “Kitu” Díaz. Con este triunfo el equipo guayaquileño sumó 31 puntos y se ubica por el momento en la tercera posición.
Barcelona jugó inteligentemente, reconociendo sus debilidades y sabiendo aprovechar las equivocaciones del rival. El gran acierto del conjunto local recayó principalmente en la paciencia que demostró, el saber defenderse con el balón y el ser el dueño de la media cancha. Mientras que los azules cayeron en la desesperación de ir al ataque sin claridad, sin ideas y simplemente atropellando.
A los tiempos que Barcelona no comete tantos errores en su línea más vulnerable: la zaga. Todos sabemos que hay jugadores como el mismo capitán que ya no está pasando por sus mejores días, sin embargo durante el Clásico, a pesar de sus extensas limitaciones y sus recurrentes errores, Iván Hurtado decidió jugar más con la mente en lugar de con su cuerpo, esto le dio la ventaja necesaria para mantener el orden atrás e impartir tranquilidad a sus compañeros.
Como siempre la actuación de Matías Oyola es simplemente 10 puntos, siempre dando el 100%, siempre jugando con honor y defendiendo los colores como lo haría un verdadero hincha de Barcelona. La garra, la fortaleza y el ahínco de “Mati” son reconocidos y admirados por la parcialidad torera que ya lo lleva dentro del corazón. Junto al Poni, destacamos la presencia del “ex gordo Lucho”. Luis Caicedo ha demostrado ser un guerrero imparable, arriesgando hasta el físico con tal de defender la camiseta que viste.
Sin duda, la presencia de Vinicio Angulo sorprendió a más de uno. Pero como cosa del destino, y sabiendo que en un Clásico hay que dar todo de sí, el chico Angulo corrió, corrió y corrió, siempre ayudando en recuperación y buscando estar bien ubicado al momento de atacar. Su premio: anotar un gol en el Partido Inmortal. Dentro de las limitaciones que todos sabemos que tiene, Vinicio demostró que cuando es cuestión de defender la amarilla, todo es posible.
Hay que destacar el esfuerzo sin medida que puso en la cancha Saucedo. Resulto ser un buen reemplazo para el suspendido Perlaza. Estuvo atento y bien posicionado, al igual que acertado en la salida. Esto fue punto fundamental en el triunfo torero, cuidaron la pelota y trataron de no equivocar el pase al compañero. Así mismo hay que destacar la actuación del juvenil Oyola. Sangre amarilla corre por sus venas y lo demuestra. Gran partido de este chico que a pesar de ser su primer Partido Inmortal, no se ablando y supo marcar a grandes jugadores como Edison Méndez.
El que estuvo un poco perdido fue Borghello, sin embargo supo cómo, cuándo y hacia a donde arrastrar marcas para que sus compañeros tengan más espacios y oportunidades de gol. Y no olvidemos que saco un gol azul de la raya de la portería defendida por Máximo Banguera. Pero los que simplemente manejaron el tiempo del partido fueron Matamoros y Díaz. La movilidad de este par, su coordinación y su rapidez hacen de esta dupla un arma muy peligrosa para los toreros. Gran partido de ambos.
En general el equipo torero rindió al máximo de sus capacidades. Todos dieron hasta la última gota de energía en la cancha por mantener un resultado a favor de su equipo. El Clásico se lo gano a punta de garra y de juego en conjunto, todos unidos y conectados en un mismo nivel, eso es fortaleza en cualquier equipo del mundo.
Toreros, hoy se ha ganado un Clásico del Astillero, que veníamos sin ganarlo desde el 2002 en casa. Los jugadores han pagado su deuda porque cualquier partido se puede perder menos este, ya que perder un Clásico es pecado y los jugadores demostraron saberlo y por ello pelearon hasta el final por conseguir los puntos y regalarle el triunfo a su hinchada.
La final tal vez está lejos para los toreros, pero independientemente de llegar o no, hoy se celebra que el partido más importante del futbol ecuatoriano lo ha ganado nuestro Ídolo y con eso ya es suficiente por hoy para alegrar a millones y llenar de esperanzas los corazones amarillos que laten y vibran con cada gol de su Barcelona.
¡A disfrutar el triunfo toreros, siempre orgullosos de vestir la gloriosa amarilla!
Un abrazo desde Pennsylvania,
Alexandra K Ortiz
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