UNA NUEVA ILUSIÓN

Han pasado un poco más de 40 días desde que la nueva directiva tomó el mando de Barcelona, en un principio se dedicaron a ordenar las cuentas, saber cuánto se debe, a quién se le debe y sobretodo por qué se le debe, se hicieron llamados para que los acreedores presenten los papeles que avalan la legalidad de esa deuda y se ha venido haciendo un proceso de saneamiento de pagos innecesarios de Barcelona hacia empresas proveedoras de distintos servicios, como por ejemplo de telefonía celular en donde nuestro equipo tenía mucho dinero que pagar.

Este ordenamiento no puede ser inmediato ni darse por arte de magia, debe hacerse lentamente, de acuerdo a un cronograma, las cosas bien hechas no se hacen al apuro sino con conciencia de que se está dando los pasos sobre terreno firme, lo que se debe buscar es que siempre Barcelona sea el beneficiado y no el eterno perjudicado.

La urgencia de resultados en todo ámbito hace que muchas personas, en su justo derecho, reclamen lo que para ellos ya debería estar hecho, o debería hacerse de otro modo, es comprensible, todos estamos en desesperación por ver a Barcelona altivo, próspero y protagonista ganador de campeonatos y vuelva a pasear su casta por todas las canchas del país; lastimosamente en los procesos, o los cambios de mando los resultados deportivo-institucionales no son inmediatos sino que requieren de cierto tiempo de funcionamiento y puesta en marcha para brindar sus primeros resultados, pero, antes que todo, se debe eligir un norte a seguir, debe saberse a dónde se quiere llegar y tener bien en claro cómo hacerlo.

Si las instituciones deportivas del Ecuador se manejasen del mismo modo que las fundaciones "sin fines de lucro" de seguro fuesen prósperos y nuestro campeonato sería de los más valorados de sudamérica, pero mientras esto sucede, hay que sentar un precedente, si se logra que un proceso rinda frutos, es cuestión de tiempo para que otros equipos intenten también caminar por esa misma senda.

El barcelonista común está simplemente cansado de ilusionarse y al poco tiempo nuevamente desilusionarse y darse cuenta con desazón y frustración que las cosas no van a ser como todos esperaban, han sido casi 14 años de frustraciones, que es imposible que todos los hinchas tengan fe en que esta vez si será la definitiva, es comprensible, luego de tanta desazón que muchas personas no confíen en que las cosas se estén haciendo bien, o que se estén haciendo de modo desinteresado en beneficio de Barcelona y no de egos personales, confieso que yo sí tengo fe que esta vez las cosas van a cambiar para bien, aunque no puedo decirles a todos que confíen ciegamente porque ni yo lo hago, lógicamente también estoy expectante y no nos callaremos cuando las cosas se estén haciendo de modo inadecuado en el plano institucional.

El hincha debe esta vez ser un poco más compenetrado con lo que respecta a Barcelona, el hincha debe de una vez por todas dejar de mirar las cosas de lejos y hacer un "mea culpa", en este momento, cuando va a empezar una nueva etapa de campeonato, debemos estar unidos, debemos brindarle todo el apoyo a nuestro club, a nuestros jugadores. Vayamos al estadio, pero no a insultar a tal o cual jugador porque nos cae mal ¿somos hinchas de Barcelona o enemigos de nuestros jugadores? Necesitamos de una vez por todas dejar de lado esos odios personales a jugadores que dicho por unos o por otros "no merecen vestirse de amarillo". Hagamos esta vez un pacto de apoyo a nuestro equipo y a nuestros jugadores en lugar de hacer reproche a la primera pelota que pierden en la cancha, nuestra hinchada es difícil, es la hinchada de un club grande, el más grande del Ecuador, con ello, es la hinchada más exigente, pero así mismo como se exigen a los jugadores ¿cuándo nos vamos a empezar a exigir nosotros? ¿cómo le exigimos a los jugadores respeto a la camiseta que visten si muchísimos no van al estadio más que un par de veces al año y otros todos los partidos lo miran por televisión? Cambiemos esto, es ahora, en esta nueva etapa cuando Barcelona más nos necesita, si somos la hinchada más fiel, demostremoslo, dejemos los ataques entre hinchas, eso no le hace nada bien a nuestro equipo pues desunir a la familia barcelonista no nos hará mejores que nadie, ahorita, todos debemos remar para el mismo sitio, no importa cómo se llame, no importa de donde venga, no importa dónde esté, lo importante ahora es sumar.

Entiendo bien que la gente está desesperada por conocer refuerzos, que viene tal o cual jugador, es normal tener esa gran expectativa, pero también me veo en la obligación de aclararle a las personas que oponiéndose a la venida de tal o cual jugador por un "pasado" donde militó en tal o cual club tampoco le hace nada bien a nuestro equipo, más aún considerando la poca o nula oferta en el mercado de pases a mitad de año. Es muy cierto que han habido jugadores que no han rendido en nuestro club, y también no es menos cierto que es una necedad volver a insistir con esos jugadores, pero entre el hambre y la necesidad ¿qué se supone se debe hacer, comer o morir de inanición?.

Tenemos ahora una nueva etapa deportiva por delante, tenemos un DT con conceptos claros, frialdad para expresarse, convencimiento de que Barcelona puede sacar de su cantera grandes jugadores de donde se empiece a solidificar los cimientos del resurgimiento del club; "la cantera es la base económica de los clubes" dijo Zubeldía, es verdad, creo que lo primero que debe hacer nuestro club es tener veedores de partidos de interbarriales y campeonatos de categorías menos para traerlos no sólo de guayaquil sino de otras ciudades pero sobre todo, se deben blindar las categorías formativas para que ningún aprovechado "empresario" deje a Barcelona sin pan ni pedazo como siempre, lo primero que hay que hacer es ese "blindaje".

A las puertas del re-inicio del campeonato, empieza una nueva etapa en Barcelona, comienza una nueva ilusión de la que todos nos aferramos, hasta el más negativo hincha barcelonista espera en el fondo de su ser que el equipo comience con pie derecho, que funcione, que los planes rindan resultados, que la siembra pronto de frutos y que nuestro equipo resurja de las cenizas.

Unamos fuerzas y nunca perdamos la esperanza de que las cosas pueden mejorar.